Actualmente muchos ex jugadores de básquetbol y fútbol americano profesionales son abiertamente consumidores de cannabis y abogan por el uso medicinal del mismo, esto debido que cannabidiol les ayuda mucho a los jugadores a superar el dolor sin los analgésicos opioides, aliviar la ansiedad y recuperarse más rápidamente.
Para los jugadores fútbol americano el problema se centra en las conmociones cerebrales. Un portavoz de la NFL ha puesto de manifiesto que la NFL reconoce ahora una posible relación entre las conmociones cerebrales provocadas al jugar fútbol y la Encefalopatía Crónica Traumática, que hasta hace poco la NFL había sido obstinada negando completamente esta situación.
La encefalopatía traumática crónica, es una enfermedad degenerativa del cerebro que tambien los boxeadores a menudo experimentan. El tema de la ETC ha sido muy hablada en los círculos de periodismo deportivo después de que algunos científicos habían descubierto ETC en los cerebros de los cadáveres de los jugadores de la NFL fallecidos que sus cuerpos fueron donados por miembros de la familia para propósitos de investigación.
A medida que la investigación realizada por la Universidad de Boston avanzaba se encontró que 87 de los 91 cuerpos donados fueron diagnosticados de manera concluyente con ETC. Algunos de los jugadores que tenían este diagnostico, antes de que perdieran la vida experimentaron perdida de memoria y otros trastornos mentales que incluso provocaron que se suicidaran y otros debido a los problemas que tenían terminaron perdiéndolo todo llegando a vivir en las calles.
Un claro ejemplo de esto es el es jugador Ryan Hoffman quien era una estrella del equipo de la Universidad de Carolina del Norte, que durante sus últimos años de vida vivió en la calle refugiado en bodegas, peleando contra sus enferme des mentales. Hoffman y su familia creían que los golpes que sufrió durante su carrera como jugador de futbol americano afectaron profundamente su cerebro, lo que lo convirtió en una sombra de su antiguo ser. Tras sufrir depresión, sensibilidad a la luz y fuertes dolores de cabeza, a Hoffman lo diagnosticaron con varios desórdenes mentales y de personalidad, como depresión maníaca, pero nunca se pudo determinar la causa de estos. La vida de Hoffman se vio truncada cuando el tenia 41 años de edad al ser atropellado luego de que, mientras montaba una bicicleta rosa de niña sin luces, se enfiló hacia el tráfico en sentido contrario, en una vialidad de alta velocidad. Al hacerle la autopsia se descubrió que padecía de ETC. Otro caso de un jugador de futbol americano que vivió en las calles es Chris Brymer, que no solo se le vio como indigente, tambien se vio involucrado en pleitos callejeros intentando defenderse, al igual que Hoffman se dice que los problemas mentales que tiene fueron provocados por todas la contusiones que tuvo al ser jugador de futbol americano.
Casos como este provocaron el movimiento a favor del cannabis entre los jugadores de la NFL. La NFL ha hecho algunos esfuerzos para reducir la incidencia de ETC mediante la aplicación de políticas más estrictas respecto de las conmociones cerebrales.
El daño cerebral y el Cannabis
Hace veintidós años, Debbie Wilson fue golpeada en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida por una camioneta pick-up. Tras el impacto, fue su cabeza golpeo el suelo y posteriormente el conductor paso sobre ella.
Este accidente fue el comienzo de su viaje de 22 años en la insoportable oscuridad, la desesperación y la discapacidad. Inicialmente se enfrentaba a síntomas de lesiones cerebrales traumáticas comunes, incluyendo falta de memoria, migrañas, pesadillas, la distorsión del tiempo, la depresión, paranoia, ansiedad y problemas de equilibrio.
Varios años más tarde, Debbie fue diagnosticado con epilepsia y sufría de convulsiones, trastorno de estrés postraumático, Alzheimer, depresión, ansiedad crónica y la diabetes tipo 2. Un cóctel de fármacos que le fue prescrito demostró ser ineficaz y además le causó numerosos efectos secundarios perjudiciales, incluyendo daños a sus intestinos.
En 2010, Debbie estaba tan desesperada como para darle una oportunidad al cannabis, su último esfuerzo para encontrar un poco de alivio. Pocas semanas después de fumar marihuana, Debbie notó una mejora significativa en sus síntomas.
Sin embargo, no fue hasta Debbie comenzó a ingerir por vía oral un medicamento de cannabis no psicoactivo (22% CDB 1% de aceite de THC), experimentó un cambio milagroso.
https://www.youtube.com/watch?v=lplkujBMdfo
Que dice la Ciencia
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv en Israel han publicado recientemente un estudio de cannabis en la revista Journal of Neuroscience Research. Sus resultados indican que dosis bajas de cannabinoides, en particular, el tetrahidrocannabinol ultra baja dosis (THC), ejerce un efecto protector frente a los déficits cognitivos de la inflamación del cerebro.
Un estudio previo de Brasil informó que el cannabidiol (CDB) «podría ayudar a prevenir la muerte celular neuronal haciendo le frente a la neurodegradación», según la revista en línea médica Jane. La investigación anterior demostró que un «ultra-baja dosis de THC (0,002 mg / kg)» protege el cerebro contra déficits cognitivos de una variedad de insultos que normalmente causar la inflamación del cerebro.
El objetivo de los investigadores israelíes, dirigidos por Miriam Fishbein-Kaminietsky, PhD, era descubrir si las dosis bajas de THC podrían proteger al cerebro de los déficits cognitivos después de la inflamación cerebral inducida de laboratorio. Los investigadores decidieron hacer un estudio de laboratorio con ratones a los que se inyectaron con «10 mg / kg de Lipopolisacáridos (LPS)», que se sabe que causa la inflamación del cerebro.
Además, los ratones fueron inyectados con «0.002 mg / kg de THC o bien 48 horas antes del tratamiento con LPS o 1-7 días después del tratamiento LPS.» El fundamento de este protocolo fue determinar si el momento de la dosis de THC podría proteger a los cerebros de los ratones de la inflamación cerebral inducido. Tres semanas después de las inyecciones, se probaron los ratones.Fishbein-Kaminietsky dijeron segun los resultados del estudio, «Una dosis ultra baja de THC que carece de cualquier actividad psicotrópica protege al cerebro del daño cognitivo de una neuroinflamación inducida».
El estudio demostró claramente que, a pesar de que los Lipopolisacáridos provoca la inflamación del cerebro, lo que resulta en debilidad cognitiva crónica, la introducción de THC ya sea antes o después de la inyección con LPS impido el déficits cognitivos de la inflamación inducida. En otras palabras, el THC actúa tanto como un preventivo, así como un remedio contra la inflamación del cerebro.
El estudio sugiere que las dosis minúsculas de THC pueden prevenir y curar los déficits cognitivos que resultan de la inflamación cerebral y otras enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Fuentes: PBS, US National Library of Medicine National Institutes of Health, Epilepsy U.