Nichos de mercado se abren cada día, pero si en la ecuación se suman la frontera y la marihuana, el tema cobra relevancia. Legislaciones muy distintas se aplican sólo separadas por un muro, una garita o una línea imaginaria, pero con una visa se puede cruzar y tener acceso a productos prohibidos y un sitio para consumirlos.
Desde que el pasado primero de enero de 2018 se aprobó en el estado de California, Estados Unidos, la venta de mariguana para uso recreativo, el consumo de ese producto con fines lúdicos ha atraído a un sinfín de compradores locales, nacionales y extranjeros a la frontera con México.
Los principales beneficiados con la modificación a la ley fueron los comerciantes establecidos a unos metros de la franja fronteriza.
Tras el boom, hoy la frecuencia de compra se ha relajado, pero la venta no ha disminuido.
Los interesados en obtener cannabis de forma legal siguen cruzando la línea fronteriza para obtener unas onzas en sus diferentes modalidades.
Para quienes cuentan con una visa que les permite el libre tránsito entre México y Estados Unidos, caminar a los dispensarios ubicados a unos pasos de las garitas internacionales abre la puerta al consumo legal en el vecino país.
A seis minutos de la línea, del cruce Peatonal Internacional Este (PedEAST), se ubica Urbn Leaf Dispensary en la vecina ciudad de San Ysidro, en el Condado de San Diego. Se encuentra en una plaza comercial en donde sobresalen las tiendas de ropa, accesorios para damas y artículos para el hogar, y es una opción para quienes cruzan a pie para conocer los diferentes productos lúdicos del cannabis.
A Green Alternative Recreational Marijuana Dispensary es un segundo local ubicado también en los límites fronterizos entre Tijuana y San Diego, con productos medicinales y recreativos a escasos metros de la segunda garita internacional ubicada entre ambas regiones, la de Otay.
Asimismo, a nueve minutos del puerto fronterizo si cruzas caminado -y cinco en auto- es una opción más que ofrece productos con pequeñas dosis. Con productos comestibles, extractos de tinta y ungüentos, este dispensario recibe, al igual que el resto de los establecimientos legales de la región, a jóvenes mayores de 21 años con una identificación oficial.
En San Diego hay por lo menos una docena de dispensarios y sólo durante los primeros seis meses desde la aprobación de la ley permitieron la recaudación de 1.76 millones de dólares en impuestos.
Pero, a pesar de las modificaciones legislativas para el acceso a los productos con mariguana de forma recreativa, su consumo en San Diego es limitado pese a que se cuenta con espacios para encender cigarrillos o pipas. Aunque la cercanía de la frontera con México pone como tentación el cruce y consumo de estos productos de lado mexicano, hacerlo comprende un delito federal que se castiga con multas y cárcel, de acuerdo con el Código Penal Federal.
El Secretario de Seguridad Pública en la ciudad de Tijuana, Marco Antonio Sotomayor reiteró esta información.
“Cruzar mariguana, aunque legalmente la hayan adquirido en Estados Unidos, es ilegal. Es igual que las armas, ya ves que a veces allá puedes comprar un arma en Estados Unidos, no hay problema, pero el hecho de cruzarla se considera contrabando, es tráfico de armas o tráfico de drogas, entonces van a ser detenidos. Como es contrabando y es federal el delito, son puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR)”.