La actriz, directora de cine y cantante, ha lanzado su propia línea de cannabis llamada Forbidden Flowers.
Bella Thorne es un raro ejemplo de la mujer del Renacimiento moderno. Ha intentado actuar, dirigir (incluyendo trabajo para Pornhub), cantar y escribir, y se ha destacado en todos ellos. Ahora, la ex estrella de Disney que se describía a sí misma como una «aspirante a magnate» se está despojando de la parte de «aspirante a magnate» y ha comenzado a navegar en aguas nuevas y lucrativas: La creciente industria de la marihuana en Estados Unidos.
Su línea de cannabis, Forbidden Flowers, fue creada a través de una asociación con Glass House Group, una compañía de cannabis con sede en California.
«He luchado con la ansiedad durante muchos años, y la hierba fue la única fuente que encontré para que yo pudiera sanar mejor», dijo Thorne en un comunicado de prensa. «Debido a las propiedades de la hierba, he podido lidiar con mi ansiedad de una manera natural, en lugar de que mis médicos traten de arreglarla usando medicamentos recetados».
Las drogas farmacéuticas contra la ansiedad pueden hacer maravillas para muchas personas, pero vienen con una gran cantidad de efectos secundarios desagradables como la adicción o la muerte. La hierba, como todos sabemos, no ha matado a nadie por sobredosis.
«Su dirección creativa en Forbidden Flowers ha sido absolutamente artística e impresionante», dijo el Director de Marketing de Glass House, Gruvinder «Groovy» Singh, en un comunicado de prensa. Estamos orgullosos de unir fuerzas con Bella en el desarrollo de esta marca sexy, tentadora y de alta calidad que encarna su espíritu cautivador. La autenticidad de lo que traemos al mercado junto con Forbidden Flowers es lo que Bella recogió a mano de nuestro cultivo, consumo y amor».
Thorne tampoco es la primera celebridad que se asocia con Glass House. A principios de este año, Glass House se asoció con otra artista de múltiples talentos – Jenny Lewis – para crear una línea promocional de pre-rolls de Sour Diesel llamada «Rabbit Hole», una referencia al último tema del último álbum de Lewis, On the Line.
