Una asociación que está en contra de la legalización del cannabis en Australia afirma el consumo de cannabis puede causar autismo y que quienes consumen «matan a las personas más cercanas»
Los debate en torno a la legalización de la marihuana siempre ha estado llenos de controversia, el consumo de sustancias siempre ha dividió la opinión social, tal es el caso de Australia, puesto que el camino a la legalización en dicho país, como en muchos otros, ha estado plagado de obstáculos. Pese a que la capital australiana despenalizó el cannabis recreativo en 2019, las demás jurisdicciones del país van un poco atrasadas en la materia.
Con el objetivo de despenalizar el cannabis, el estado de Victoria creó un comité encargado de estudiar el uso de la sustancia en todo el estado. Una de sus funciones consiste en recibir argumentaciones escritas de la sociedad y otras realizadas durante audiencias públicas, además de llevar a cabo su propia investigación. En una de las últimas audiencias, el director de investigación de Drug Free Australia, Gary Christian, emitió un posicionamiento sumamente cuestionable y polémica, ya que se sumó al alarmismo que ha rodeado el debate sobre el cannabis al afirma que el consumo de esta sustancia transforma la violencia en asesinato.
Entre las afirmaciones de Drug Free Australia son que el cannabis puede provocar violencia y agresiones, «sobre todo violencia interpersonal y doméstica». Christian afirmó que «gran parte de la violencia y la agresividad se convierten en homicidios. Este es un fenómeno mundialmente conocido sobre el cannabis. Matan a las personas más cercanas«.
Christian afirmó que los consumidores de hierba también tienen 16 veces más probabilidades de verse implicados en un accidente de tráfico y afirmó con rotundidad que el cannabis puede causar autismo, afirmaciones que tampoco estaban respaldadas por ninguna prueba que lo sugiriera.
Es importante señalar que las afirmaciones hechas por Christian no están fundamentadas ni apoyadas con fuentes o investigaciones relevantes. Ni siquiera se basó en un estudio para respaldar las afirmaciones. Como muchos se han apresurado a señalar, aunque no ha habido ninguna correlación entre el cannabis y la violencia, se ha descubierto que el alcohol tiene una clara relación con la violencia doméstica y la muerte, con numerosos estudios que lo citan.
Incluso la Organización Mundial de la Salud menciona que: «El consumo de alcohol, especialmente en niveles nocivos y peligrosos, contribuye en gran medida a la aparición de la violencia en la pareja y los vínculos entre ambos son múltiples».
