Fernando Alberto G., un joven de 24 años, fue encarcelado después de haber sido acusado ante la justicia por una “amiga” luego de darle un pastelillo elaborado con marihuana, la joven resultó intoxicada y tuvo que recibir atención médica. Los abogados y familiares del acusado se mostraron sorprendidos por la acusación y su detención.
El Juzgado Sexto de Paz de San Salvador, El Salvador, llevó a cabo una audiencia inicial el lunes y decidió enviar el caso a la etapa de instrucción para obtener más pruebas. La defensa del joven expresó su sorpresa ante la detención administrativa y afirmó que la persona detenida colaboró en todo momento y que el arresto parecía extraño y peculiar, ya que supuestamente ocurrió hace dos años.
«Nos sorprendió la detención administrativa. La persona detenida brindó colaboración por todo y se habla por una intoxicación por productos por ingesta. Esto ocurrió supuestamente hace dos años, parece peculiar y extraño el arresto», señaló la defensa previo a la audiencia.
El hecho tuvo lugar en 2021, pero la Fiscalía General no presentó cargos hasta el pasado viernes bajo el delito de tráfico de drogas, que conlleva una pena de entre 10 y 15 años de prisión. Según la Fiscalía, la víctima no sabía lo que comía y necesitó atención médica después de haber ingerido el postre sin conocer su contenido.
Sin embargo, durante la audiencia, la jueza cambió el delito por el de administración de drogas, que tiene una pena menor de entre tres y seis años de prisión, más una multa de cinco a mil salarios mínimos, según el Artículo 41 de la Ley reguladora de las actividades relativas a las drogas.
«El que administrare sin fines terapéuticos o prescripción médica a otra persona, con el consentimiento de ésta, cualquier clase de droga, será sancionado con prisión», dice dicho artículo. La pena aumenta a entre seis y ocho años cuando el consumo no es consensuado por una de las partes.
Una de las partes afirmó que tanto la víctima como el acusado mantenían una relación de amistad y cercanía mucho antes de llegar a los tribunales. Al preguntarle al fiscal del caso sobre la existencia de pruebas que relacionen al acusado con la fabricación o posesión de postres con marihuana, éste se negó a responder y simplemente afirmó que no había asistido a esa búsqueda.
Mientras se desarrollaba la audiencia, un familiar del acusado llegó a los tribunales para conocer el proceso y se mostró preocupado y extrañado por la detención de su ser querido, a quien afirmó que era trabajador, dedicado y tenía buenas relaciones. Según el familiar, el acusado nunca había consumido drogas y que tal vez se habían excedido en su acusación.
