Comprar marihuana con criptomonedas en México podría ser una realidad no tan lejana, una vez que sea discutida –y aprobada– una iniciativa de ley presentada en el Senado por legisladores afines al presidente Andrés Manuel López Obrador. El texto plantea la regulación del consumo, la comercialización y el uso de los derivados de la marihuana, pues su uso medicinal está despenalizado en el país desde el año 2017.
Se trata de Agropot, un proyecto mexicano que tiene la intención de dominar el mercado nacional de la marihuana, una vez que sea legal, usando una criptomoneda, la agrocoin, en todo el proceso: desde el cultivo hasta la compra de la hierba y productos derivados de esta. Fue presentado en agosto pasado en un foro sobre Políticas Públicas para la Innovación, convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Gobierno del estado de Guanajuato.
Con base en fuentes del Senado, consultadas por este medio, se prevé que la iniciativa de Ley General para la Regulación y Control de Cannabis sea discutida antes del 30 de abril (cuando concluye el periodo ordinario de sesiones), aunque todavía se analiza la ruta de este debate.
Las transacciones con agrocoin se registran dentro de una cadena de bloques (blockchain), que permite obtener un registro inmodificable, inviolable y auditable de todo el proceso, desde las operaciones con productores, pasando por el comprador hasta llegar al Gobierno, por medio del pago del 10 % de impuestos de los productores y 20 % que planea erogar la compañía, todo a través de la misma moneda virtual.
«Queremos que compren mota [como se le dice coloquialmente a la marihuana en México] con criptomonedas, porque es la única forma que tenemos de darle seguimiento y transparencia a toda la operación (…) Se trata de un registro pormenorizado de nuestros productores, de sus productos, así también con las autoridades competentes, ofreciendo una idea clara de la procedencia del producto con el que se comercia, confirmando que su origen no esté en el narcotráfico», explica Rodrigo Domenzain, director de Agrocoin México Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI).
El combate al crimen organizado, que dio inicio con la llamada ‘guerra contra el narcotráfico’ en México, es considerado uno de los 10 conflictos armados no internacionales, según el informe ‘The War Report, Armed Conflicts in 2017’, de la Academia de Ginebra.
La política de persecución a nivel federal y estatal en México de los delitos en contra de la salud, de narcotráfico y narcomenudeo ha provocado un aumento sin precedentes de la violencia en todo el país. Al cerrar el año 2018, se alcanzaron 33.341 homicidios dolosos y 861 feminicidios, siendo la cifra de asesinatos más alta desde que comenzaron los registros en 1997, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Cómo funciona
Agrocoin es un activo digital respaldado, actualmente, por hectáreas de producción de chile habanero hidropónico en la comunidad Leona Vicario, en el estado de Quintana Roo, donde ahora hay franquiciadas 50 hectáreas para cosecha del ají, pero que serán transformadas para el cultivo de la cannabis con un valor estimado de 2 millones de dólares.
«Encontramos [en el chile habanero] un mercado con mucho potencial con un precio que se mantiene, aunque no tiene nada que ver con la cannabis, donde una hectárea te genera 3 millones de dólares de ganancia contra una hectárea de chile habanero que, en el mejor de los casos, genera 103.872 dólares (2 millones de pesos) libres al año», comenta Domenzain.
La empresa prevé colocar 4 millones de acciones, representadas por 4 millones de agrocoins –o agros–. Cada uno de ellos simboliza una moneda. Actualmente, hay 150.000 agros circulando, los cuales se pueden utilizar, debido al negocio del ají habanero, para comprar artículos de productores de canadiense a través de la plataforma de Agropot, como semillas de cannabis sativa (cáñamo o cáñamo industrial, que es el nombre que reciben las variedades de la planta), aceite y café, aunque también con una app, de reciente lanzamiento, y una tienda física que ya opera en la ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán.
«Desarrollamos la app para compra-venta de productos derivados del cannabis directamente con nosotros, porque tenemos tiendas en Canadá y Estados Unidos; ahorita buscamos ‘atacar’ solamente con productos derivados del cáñamo, que también contienen cannabidiol (CBD), aunque no al porcentaje de lo que buscamos con la marihuana», refiere el empresario mexicano.
El mercado
A decir de Domenzain, el valor del mercado de la marihuana para los próximos 5 años está valuado en 35 billones de dólares y México tiene el potencial de producirla a gran escala. Diversos informes parecen darle la razón.
El Reporte Mundial de Drogas, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, destaca que México ocupa el segundo lugar como productor de marihuana en el mundo. También es el segundo país con mayor cantidad de cannabis incautada en 2016, con 841 toneladas (el 18 % de toda la hierba confiscada en el mundo), después de EE.UU., con 978 toneladas (21%). Tan solo entre 2000 y 2015 se decomisaron 19.358 toneladas a los cárteles mexicanos de la droga, con base en el mismo informe.
Asimismo, el uso de la marihuana representa el 80 % del consumo de drogas en México, con base en la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol yTabaco, que además reportó un incremento del consumo promedio, pasando de 6 % de la población, en el 2011, a un 8,6 %, en 2016; es decir, alrededor de 7,3 millones de mexicanos, de entre 12 a 65 años, la fumaron más de una vez en aquel año.
«Toda la línea de producción –desde el productor hasta el consumidor– ve negocio, porque las acciones de la empresa están en agros. Es la misma moneda que utilizas para comprar y vender, no hay corrupción, no hay mordidas (coimas), no hay lavado de dinero». Rodrigo Domenzain, director de Agropot México.
En el mercado ilegal mexicano se puede adquirir una onza (28 gramos) de marihuana de mediana calidad en 31 dólares (600 pesos), aunque es posible conseguirla por menos de 5 dólares (100 pesos).
Al ser cuestionado sobre cómo agrocoin combatiría la ilegalidad y la violencia en el mercado de la marihuana, Domenzain insiste en que, debido a que todas las transacciones se hacen con una moneda virtual rastreable, se puede conocer el origen y destino, tanto de los productos como del dinero.
«A través de nuestra moneda, nosotros podemos hacer todas las transacciones, recaudar impuestos e, incluso, en unos días, adquirirla en tiendas de conveniencia para poder comprar ‘un churro’ (como se les denomina coloquialmente en México a los cigarros de marihuana). Toda la línea de producción –desde el productor hasta el consumidor– ve negocio, porque las acciones de la empresa están en agros. Es la misma moneda que utilizas para comprar y vender, no hay corrupción, no hay mordidas [coimas], no hay lavado de dinero», expone.
La línea de productos de Agropot contempla ya el desarrollo de mantequilla con canabbis, chocolate con canabbis y un aceite, que es la base del negocio, y el cual actualmente ya se vende en un gotero de 30 mililitros a un precio de 26 dólares (500 pesos).
Debate en puerta
Entre los aspectos clave de la propuesta de ley presentada en el Senado por legisladores de Morena, partido que llevó a la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador, se incluyen la regulación del consumo, la comercialización y el uso de los derivados de la marihuana.
«La política prohibicionista que México adoptó en los últimos dos sexenios, materializada en ese conflicto armado llamado ‘Guerra contra el narcotráfico’, ha generado dos consecuencias que dan cuenta del fracaso de la misma: el endurecimiento de la violencia en todos los rincones del país y la criminalización de sectores vulnerables de la sociedad a causa de actividades relacionadas con el cannabis», señala la iniciativa de ley presentada en noviembre pasado.
El precedente
En octubre de 2018, la Suprema Corte de Justicia de México estableció jurisprudencia para permitir cultivar y consumir marihuana con fines recreativos a quien solicite permiso al Gobierno federal. En teoría, eso significa que cualquier ciudadano podrá solicitar un permiso a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para dichos fines y, si esta lo deniega, podrán recurrir a un amparo y cualquier juez debe resolver a su favor.
Sin embargo, lo avalado por la Corte no permite la venta ni la distribución a terceros y se limita a la adquisición de semilla, así como la siembra, el cultivo y el transporte de marihuana, su resina, preparados y semillas.
«Si dejamos que tabús nos detengan y queremos ir poco a poco, como otros países, nos quedamos fuera del negocio. México puede tomar en este momento la decisión de meterle ‘turbo’ y decir dejémonos de tonterías, olvídense de las licencias y los permisos, abramos los ojos porque ya están los campos llenos de ‘mota’ y que se prohíba la prohibición, porque eso es lo que dice la sentencia de la Corte», dice al respecto Domenzain.
En noviembre de 2018, la Cofepris emitió los lineamientos para establecer los criterios sanitarios de comercialización, exportación e importación de productos con uso industrial que contengan derivados de la cannabis en concentraciones del 1 % o menores de tetrahidrocannabinol (THC), el principal constituyente psicoactivo de la planta.
El tráfico ilegal de marihuana representa más de 140.000 millones de dólares al año a nivel mundial.