Un nuevo estudio realizado por The Harris Poll y Delic Holdings Corp ha revelado que el 65% de los estadounidenses con problemas de salud mental quieren tener acceso a los psicodélicos.
Los encuestados que declaran padecer una enfermedad mental afirman que la medicina psicodélica, incluida la ketamina, los hongos de psilocibina y el MDMA, debería ponerse a disposición de los pacientes con ansiedad, depresión o TEPT resistentes al tratamiento.
«La pandemia ha disparado la necesidad de bienestar psicodélico», afirma el director general de Delic, Matt Stang. «Estamos en un punto de inflexión en el que los datos y la ciencia relativos a las terapias psicodélicas se han vuelto innegables en el tratamiento de una variedad de condiciones graves».
En la actualidad, la ketamina es legal en Estados Unidos para uso médico. La ketamina es un anestésico aprobado por la FDA y puede ser recetada para una gran cantidad de afecciones en un entorno regulado por médicos autorizados. La psilocibina, al igual que el cannabis, sigue considerándose una droga de la lista 1 a ojos del gobierno federal. Por lo tanto, su venta y uso es ilegal, a pesar de que algunos estados y ciudades han comenzado a despenalizar las setas. A partir de 2019, la psilocibina fue despenalizada en Denver, Oregón y Santa Cruz. El estado de California incluso tiene una medida en la boleta electoral de 2022 que despenalizaría la medicación psicodélica en el estado.
Las empresas de bienestar psicodélico como Delic están ansiosas por este movimiento legal. Es un eco del comienzo de la industria de la hierba que conocemos hoy, ya que los estados comenzaron a despenalizar antes de la legalización hace varias décadas. El mayor estudio clínico realizado hasta la fecha afirma la eficacia de la psilocibina en la depresión resistente al tratamiento. La ketamina tiene una investigación clínica aún más importante que respalda su uso para la depresión, la ansiedad y el TEPT.
